El capitalismo ha formulado su tipo ideal con la figura del hombre unidimensional. Conocemos su retrato: iletrado, inculto, codicioso, limitado, sometido a lo que manda la tribu, arrogante, seguro de sí mismo, dócil. Débil con los fuertes, fuerte con los débiles, simple, previsible, fanático de los deportes y los estadios, devoto del dinero y partidario de lo irracional, profeta especializado en banalidades, en ideas pequeñas, tonto, necio, narcisista, egocéntrico, gregario, consumista, consumidor de las mitologías del momento, amoral, sin memoria, racista, cínico, sexista, misógino, conservador, reaccionario, oportunista y con algunos rasgos de la manera de ser que define un fascismo ordinario. Constituye un socio ideal para cumplir su papel en el vasto teatro del mercado nacional, y luego mundial. Este es el sujeto cuyos méritos, valores y talento se alaban actualmente. (Michel Onfray)


sábado, 16 de octubre de 2010

HOMENATGE A GEORGE ORWELL (1984)












(Presentats al públic l'any 2009 a l'exposició «Ideofotogrames»,
al Piano Bar d'Amics de les Arts i Joventuts Musicals, compartint
l'espai amb «Asefru i Yiman» de Jordi Badiella, en el context
de les activitats de la Tercera Trobada de Poesia a Terrassa.)

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