El capitalismo ha formulado su tipo ideal con la figura del hombre unidimensional. Conocemos su retrato: iletrado, inculto, codicioso, limitado, sometido a lo que manda la tribu, arrogante, seguro de sí mismo, dócil. Débil con los fuertes, fuerte con los débiles, simple, previsible, fanático de los deportes y los estadios, devoto del dinero y partidario de lo irracional, profeta especializado en banalidades, en ideas pequeñas, tonto, necio, narcisista, egocéntrico, gregario, consumista, consumidor de las mitologías del momento, amoral, sin memoria, racista, cínico, sexista, misógino, conservador, reaccionario, oportunista y con algunos rasgos de la manera de ser que define un fascismo ordinario. Constituye un socio ideal para cumplir su papel en el vasto teatro del mercado nacional, y luego mundial. Este es el sujeto cuyos méritos, valores y talento se alaban actualmente. (Michel Onfray)


martes, 22 de mayo de 2012

«HISTORIA DE OTRO MUNDO». TRADUCCIÓN DE UN «CONTE CORRENT» DE JAUME CABRÉ (1990)


«Viatja per planures inacabables i és immensament feliç.» 
(Fotografía de José Luis Sansaloni.)



HISTÒRIA D’UN ALTRE MÓN

Un nen és la cosa més torbadora del món: accepta l’itinerari reincident dels cavallets, la gasiva circumferència de l’embalum de fira, però quan hi és, condueix el cotxe, la bicicleta o l’elefant que puja i baixa, amb una tensió que l’aparta del món, que queda quiet al seu voltant. Viatja per planures inacabables i és immensament feliç. Quan el trajecte mor, baixa decebut a la realitat. Als ulls, però, hi conserva una espurna rebel i trista: que el cavall de cartró es desenganxi i comencem a córrer ell i jo rostos avall!

HISTORIA DE OTRO MUNDO

Un niño es la cosa más turbadora del mundo: acepta el itinerario reincidente de los caballitos, la mezquina circunferencia del artefacto de feria, pero cuando está, conduce el coche, la bicicleta o el elefante que sube y baja con una tensión que le aparta del mundo que permanece inmóvil a su alrededor. Viaja por llanuras inacabables y es inmensamente feliz. Cuando el trayecto muere, baja decepcionado a la realidad. En los ojos, sin embargo, conserva una chispa rebelde y triste: ¡que el caballo de cartón se desenganche y empecemos a correr cuesta abajo él y yo!

Jaume CabréToquen a morts, 1977


(Traducción al castellano de Jorge F. Fernández Figueras, «Cuentos corrientes», La Jornada Semanal, México, julio de 1990.)

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