El capitalismo ha formulado su tipo ideal con la figura del hombre unidimensional. Conocemos su retrato: iletrado, inculto, codicioso, limitado, sometido a lo que manda la tribu, arrogante, seguro de sí mismo, dócil. Débil con los fuertes, fuerte con los débiles, simple, previsible, fanático de los deportes y los estadios, devoto del dinero y partidario de lo irracional, profeta especializado en banalidades, en ideas pequeñas, tonto, necio, narcisista, egocéntrico, gregario, consumista, consumidor de las mitologías del momento, amoral, sin memoria, racista, cínico, sexista, misógino, conservador, reaccionario, oportunista y con algunos rasgos de la manera de ser que define un fascismo ordinario. Constituye un socio ideal para cumplir su papel en el vasto teatro del mercado nacional, y luego mundial. Este es el sujeto cuyos méritos, valores y talento se alaban actualmente. (Michel Onfray)


domingo, 10 de mayo de 2015

EFÍMERA (2015)


Fotograma del film «Shirley», de Gustav Deutsch (2013)



Efímera


También se desvanecerán las palabras luminosas y volverán a ocupar nuestra mente aquellas voces angustiadas y confusas o tal vez el silencio que acompaña a las horas obscuras.

Como veis no aporto nada nuevo, sólo constato lo sabido: avanzamos ciegamente, presos en un bucle interminable, y cuando creemos haber vislumbrado en un momento de lucidez
              el estado de gracia, la armonía,
                    la vida plena, la belleza pura,
                           la ataraxia, la sabiduría… 

advertimos enseguida que era solo una sugestión efímera, un efecto de la magia engañosa de las palabras.


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